El Oso de Oro a la mejor película y la nominación al Oscar como mejor director avalan el último filme del realizador de Amadeus (película con la que consiguió un Oscar), la historia real del responsable de una revista pornográfica, enfrentado a las instituciones norteamericanas.
Milos Forman nació en Cáslav, Checoslovaquia, en1934 y allí realizó películas como Los amores de una rubia. Ha vivido en el exilio durante los cuarenta años de dictadura comunista en su país y desde entonces vive en Estados Unidos, donde ha realizado la mayor parte de su obra. La primera producción con capital norteamericano fue Taking Off. Forman considera que no está de regreso, porque nunca ha dejado de estar activo, aunque su última película, Valmont, date de 1989.
Convertido ya en un clásico del cine de esta segunda mitad de siglo -con títulos como Juventud sin esperanza (1971), Alguien voló sobre el nido del cuco, Oscar a la mejor dirección (1975), Hair (1979), Ragtime (1981) y Amadeus (1984)- y nacionalizado ciudadano norteamericano, con El escándalo de Larry Flynt Forman celebra satíricamente la libertad de su país de adopción.
Basándose en la peripecia de un anti-héroe real, el editor de la revista pornográfica Hustler, Lawrence Claxton Flynt, el cineasta ejecuta con distancia, imparcialidad, humor y mirada adulta una disección del pueblo norteamericano y de su moralidad de doble vertiente.
Vencedor del recientemente clausurado Festival Internacional de Cine de Berlín con el Oso de Oro a la mejor película, ganador del Globo de Oro al mejor director y nominado al Oscar de Hollywood en el mismo apartado, su no-regreso es, por todo ello, uno de los más celebrados. Y también, de los más polémicos y controvertidos.
ENTREVISTA
Pregunta.- ¿Larry Flynt es un héroe defensor de las libertades o sencillamente un loco?
Respuesta.- Esa misma duda tengo yo. No poseo la certeza de si es un loco, un saco de mierda escondiéndose detrás de la Primera Enmienda o un arribista que trata de incrementar la venta de sus revistas. O todo a la vez.
P.- Lo definiría como un héroe a la fuerza?
R.- Sí, un anti-héroe, porque es, sin ninguna duda, el hombre con el peor gusto de todo el planeta.
P.- La protagonista de la película es la Primera Enmienda, defensora de la libertad de expresión; el héroe es el Tribunal Supremo, entonces, ¿qué papel juega Larry Flynt?
R.- Es el catalizador que provoca que el caso llegue hasta el Tribunal Supremo. Pero, el heroísmo es del Tribunal, que tomó una gran decisión. Sin ella, los Estados Unidos serían ahora un país muy diferente.
P.- ¿Hasta qué punto?
R.- No tendríamos a David Letterman, ni a Jay Leno, no habría comics, ni caricaturistas, ni el Saturday Night Live... nada de eso.
P.- Ni esta película.
R.- Ni ésta ni muchas otras. Y no hubiera llevado mucho tiempo hasta que usted y yo hubiéramos visto las prisiones llenas de buena gente.
P.- Después de ocho años de ausencia, ha regresado con una película que ha provocado una gran controversia.
R.- Estoy sorprendido por comprobar de dónde ha surgido la polémica. Porque yo esperaba que lo hiciera desde la extrema derecha y, en Estados Unidos, la controversia y los ataques han llegado desde la izquierda radical. Y eso no tiene ningún sentido para mí. América sigue sorprendiéndome.
P.- Lo que sorprende es que en una película protagonizada por el rey de la pornografía haya tan poco sexo.
R.- Eso es porque no quería hacer una película pornográfica. Quería entretene con un tema subyacente acerca de nuestras libertades y lo importante que es mantenerlas vivas. Porque la democracia es algo muy frágil, incluso en América.
P.- ¿La considera una película subversiva?
R.- No lo creo. Encuentro que son subversivos los ataques, porque subvierten las libertades.
P.- ¿Los norteamericanos sabrán alguna vez que sexualidad y libertad pueden ser sinónimos?
R.- Todo el mundo ejerce el sexo o, por lo menos, lo intenta. No debería ser subversivo hablar de ello. Es una de las paradojas que aparecen en la película. La violencia es ilegal, pero usted toma un foto de alguien cometiendo un acto de violencia y al día siguiente se publica en la portada de todos los periódicos del mundo. Sin embargo, el sexo es legal, todo el mundo trata de hacerlo, pero usted lo pone en una portada y le envían a la cárcel. Es otra de las paradojas en que está sumida América.
P.- La hija de Larry Flynt se ha quejado de que la película subraya la idea de su padre de que la pornografía no causa ningún daño a la sociedad.
R.- Mire, hubo una Comisión del Gobierno estudiando los efectos dañinos de la pornografía en la sociedad ya con el presidente Nixon. Y llegó a la conclusión de que no constituía ninguna amenaza. Y si relacionamos violencia con pornografía debo decirle que una emoción tan noble como el amor es responsable de más violencia que la pornografía. No he oído nunca de ningún adolescente que se haya suicidado con la revista Hustler en la mano. Sin embargo, sé de muchos adolescentes que se suicidan por penas de amor. No estoy diciendo esto en defensa de la pornografía. A mí no me gusta porque la encuentro terriblemente aburrida. Nunca compré la revista Hustler, porque me pareció de mal gusto.
P.- ¿Le parece exagerada la afirmación de las feministas acerca de que Larry Flynt es el Goebbels de la guerra contra las mujeres?
R.- Sólo sé que nadie fue asesinado por la filosofía de la revista Hustler. Pero sé con certeza que millones de personas fueron asesinadas por la filosofía de Goebbels. Y creo que el lenguaje de estas feministas radicales está extraído directamente del vocabulario de Goebbels.
P.- ¿Cree que la década de los 70 fue la última que Estados Unidos vivió en libertad?
R.- No del todo. América está condenada a la libertad. Porque hay tantas razas distintas, filosofías, comunidades, religiones... que si no protegieran sus libertades y tolerancia hacia todos habría una guerra civil constante. Es una nación condenada a la libertad.
P.- ¿El póster sugiere que Flynt fue martirizado por las fuerzas más oscurantistas de Norteamérica?
R.- ¡Qué va! Es sólo un chiste. Siento que haya causado tanta controversia. Es un chiste acerca de varios temas que se tratan en la película: el falso patriotismo, la religiosidad exagerada, los falsos desnudos...
P.- El hecho de que haya sido censurado en Estados Unidos, ¿no es como si la película siguiera batallando las escaramuzas de Larry Flynt?
R.- El póster no ha sido censurado por el Gobierno. Ha sido autocensurado por la Motion Picture Association of America (MPAA). Y no me gusta la decisión que tomaron, pero la respeto. Hay fuertes presiones sobre el Congreso para cambiar la Primera Enmienda y adoptar medidas que podrían abrir la puerta a la censura. Por eso, me parece menos importante dejar que un póster provoque que proteger la Primera Enmienda.
P.- ¿La película es un cuento moral, un docudrama divertido o una comedia sobre la represión americana?
R.- Las tres cosas a la vez. Soy un cineasta y quiero entretener. Y si puedo entretenerle a usted a partir de un material importante, mejor para mí.
P.- Oliver Stone le encargó la película.
R.- Sí, aunque la verdad fue que cuando recibí el guión no lo leí. Por las cosas que sabía de Flynt, lo entontré desagradable. Sólo lo leí cuando supe que él era uno de los productores. Le respeto mucho, pensé que él no me enviaría nada del tipo de cine de explotación, así que fue Stone el que me indujo finalmente a leerlo.
P.- La historia de amor entre Larry y Althea Flynt es una de las más conmovedoras de todos los tiempos.
R.- Y es toda verdad, entera.
P.- ¿Sigue Flynt echando de menos a Althea?
R.- Oh, Dios mío. Mire, le he visto ver tres veces la película. Pero no ve la película, sólo ve a su mujer y su vida con ella. Cada vez, hacia la mitad del filme, cuando Althea contrae el sida, llora. Es otra de sus contradicciones, ¿cómo es concebible que este tipo sin gusto y tan cínico sea tan sentimental?
P.- La paradoja de la película es que en el momento de su gran triunfo, el fallo del Tribunal Supremo, pierde al gran amor de su vida.
R.- Por eso es una tragicomedia. Si usted le preguntara a Flynt si volvería a hacer todo lo que hizo, le contestaría que, si hubiera sabido que iba a perder sus piernas, su virilidad y su mujer, no. No lo haría de nuevo. Al final de la película está claro que siente que ha pagado el precio más alto por su mal gusto y locura.
P.- ¿Por qué la Columbia no se quiso hacer cargo de la póliza de vida de Courtney Love?
R.- Porque no la querían tener en la película. Y, oígame, si no pagan el seguro, la película, si le pasaba algo, podía ser una catástrofe. Estaban con miedo por su pasado en la droga. Dijeron que no había una compañía en todo el mundo que quisiera asegurarla. Para mostrarles nuestro entusiasmo con ella, Woody Harrelson, Michael Haussman, otro productor, Oliver Stone y yo pagamos el seguro de nuestro bolsillo. Y fue medio millón de dólares.
P.- Ha dicho que Larry Flynt resume lo peor y lo mejor de América. ¿Qué quiso decir?
R.- Usted me pide la respuesta de un filósofo, ¡Dios mío! Siento realmente no poder responderle más que... que todo lo que usted oiga decir de América, es verdad, todo. Lo peor y lo mejor. Probablemente, lo mejor es que es un país condenado a la libertad.
P.- En la Checoslovaquia en que usted nació, ¿se habría salvado Larry Flynt?
R.- Hubiera muerto hace mucho en un campo de concentración del régimen comunista.
P.- ¿Fue idea suya darle a Flynt el papel del juez Morrisey, que le condenó a 25 años de cárcel?
R.- Sí. El se rió, y dijo, ¿por qué no? Ahora dice que está encasillado en papeles de juez y de paralítico.
P.- Y al consultor de Clinton, James Carville?
R.- Sí, por la misma razón, porque resulta muy excitante traer a la pantalla caras nuevas. Especialmente, estas personas que aportan una gran electricidad al plató. Todo el mundo trabaja mejor, porque está excitado, sienten que estamos haciendo cosas mejores porque gente tan interesante viene al plató.
P.- Usted no considera esta película un regreso.
R.- No, porque siempre he estado ocupado. En estos años, he preparado tres películas que no se llegaron a realizar. Una de ellas, Hell Camp, se vino abajo cuatro días antes del rodaje y le había dedicado tres años.
P.- Woody Harrelson está en cada fotograma de la película. ¿Cuál de sus virtudes destacaría?
R.- Que tiene el talante de un genio. Y lo mejor de él es el perfecto equilibrio entre intelecto e instinto. Hace todo vivo y auténtico en pantalla. Si trabajas sólo con el intelecto no logras más que una representación, pero el instinto le otorga vida al trabajo en la pantalla. Y Woody no tiene miedo. Es su personalidad, es muy volcánico, siempre a punto de explotar.